jueves, 4 de junio de 2009

Un finde largo... un sol abrasador...

Con "Lorenzo" apretando de lo lindo la crema solar era casi más importante que el magnesio para poder escalar, y la búsqueda de sombra, de vez en cuando, una necesidad imperiosa. Un poco de bloque y relax, así se resumen estos tres días de buen tiempo. El sábado en Gadea no se daban las mejores condiciones, pero allí andubimos con Pablo, cuya llegada se demoró más de los esperado. Mientras Jaime sufría con los deberes que le íbamos poniendo Pablo y un servidor, y acababa con los brazos inflados -aunque te has librado de repetir ese bloque que te decía Pablito, jejeje, el proximo día no te perdona...-, yo me dedicaba a repetir bloques verdes y azules en Mordor, o a intentarlo -malditos verdes de la zona de abajo, como cuestan...-, y también probaba sin ningún tipo de clase y sin éxito unas placas finas (de las que le gustan a Pableau), si, esas que "son de saber escalar" -por lo que yo he empezado a dudar seriamente si alguna vez supe hacerlo-. Luego, parón pa comer a la sombra y estar un buen rato tiraos en los colchones, y poco más. El día acabó con unas cervecitas en el bar del pueblo y con Jaime dejándose allí la cartera.
El domingo y el lunes fueron una combinación de escalada-relax. Lara y yo nos subimos a Aguilar y nos quedamos allí a dormir en plan bien para aprovechar que ella tenía dos días seguidos libres. El domingo nada más subir hasta Los Arcos, con el calor que hacía y la sudada de la subida, el cuerpo nos pidió tumbarnos al solete, cosa a la que no nos negamos. Después de comer ya nos pusimos manos a la obra, y a lo tonto no paramos hasta tarde. Por la zona andaban zascandileando entre las piedras los señores Jimmy (Neutron, Haselvaink, etc...) y Calleja (en de los cuentos), junto con unos amigos. Grata sorpresa encontrarme a estos dos personajes fuera de la facultad y la cafetería de enfrente. Aunque la aparición ha sido momentanea, ya que la temporada de voley playa empieza y claro, ellos no van a hacerle ascos. Ya nos veremos.
El lunes, después de un rico desayuno, incluido en el precio de la habitación (que nos sorprendió) y de parar a comprar algo en la fábrica de galletas (ay omá que olorcito más rico...), volvimos para las tuerces a terminar de machacar la piel, cosa que no supuso mucho esfuerzo, ya que para la hora de comer estabamos convencidos de dejar de trepar. Así que pusimos en marcha el plan alternativo, que se encontraba justo en frente: El Valdecebollas. Yo con esta, ya son cuatro las veces que he subido, así a lo tonto, pero como es un pateo corto y Lara no había subido, y la zona es bastante bonita, para allá que fuimos. Es curioso la cantidad de nieve que se ha ido en las últimas semanas, con toda la que había!!! Joder, si es que ya estamos en junio!!! Como era de esperar no encontramos a nadie en la subida, aunque Eolo rondaba por las alturas y nos hizo abriganos al llegar al collado. Unas vistas magnificas hacia Alto Campoó, Picos, Curavacas, Espigüete y hacia Castilla nos hicieron disfrutar de la tarde. ¡Al día siguiente podríamos ir a trabajar con una sonrisa en los labios!
¡Oh preciosa ambición, yo venero tu poder con la violencia emocional!... ¡Oh, preciosa ambición, tan solo quiero ddormir con una sonrisa en los labios! (Mark Twight, "Besa o mata")
































2 comentarios:

Fito dijo...

Bueno que no se diga que no paso por tu blog... y me he leido por lo menos esta entrada.

Lo que más me sorprende? que le hayas hecho cargar a Lara con los bártulos. O esa colchoneta es más aparatosa que pesada o eres mi puto ídolo y haces que cargue ella con las cosas jejeje. Es broma.

Nos vemos.

Rubén dijo...

Que fotos más guapas.

Realmente curiosa esa de la nube que parece un hongo nuclear...