domingo, 14 de diciembre de 2008

Puente de Diciembre


...y sigue el mal tiempo y, ya sabeis, buena cara...
Lara y yo pasamos este fin de semana largo en Camaleño, con la cuerda y los arneses en el coche por si la lluvia daba algún respiro, pero naranjas de la china, así que paraguas en mano nos contentamos con hacer una pequeña rutilla entre los pueblos lebaniegos de Brez y Lon, dos aldeas de montaña colgadas en la ladera, a los pies del Macizo de Ándara o Macizo Oriental de los Picos de Europa. Pudimos disfrutar del ambiente del bosque totalmente húmedo, con las gotas de lluvia salpicando contra las hojas y contra el camino embarrado, de la fuerza de los torrentes de montaña, que bajaban poderosos de las alturas gracias al agua caída que, al tiempo, también fundía la nieve acentuándo su caudal. La niebla aparecía por momentos, suave, agarrada a los árboles y ascendiendo valle arriba. Así, sin prisa por llegar ni volver, apareció una ardilla huidiza entre las ramas, escondiédose temerosa ante los extraños invasores de su bosque para, al final, perderse entre la espesura. Poco después, con la cámara en el bolsillo, tres corzos cruzaron ante nuestros ojos, primero uno, luego los otros dos. Rápidos monte arriba, para no dejarse sorprender. Apenas pude sacarles una foto borrosa para guardarme la imagen de recuerdo. El resto de los días visitamos algunos pueblos de la zona, como las Ilces, Mogrovejo o Cosgaya, lugares que muy a menudo he pasado de largo sin pararme a contemplar.

Os dejo con algunas fotos.


Iglesia de Brez


Nubes en el Valle de Camaleño

Lara fotografiando paraguas al hombro las peñas de Ándara

La niebla envuelve los árboles

Llueve

La ardilla, ¿Chip o Chop?

Corzo a la fuga

Ya pondre más fotos...

martes, 9 de diciembre de 2008

Me pregunto si no seremos unos extraños en nuestra propia tierra o si ésta no será una extraña para nosotros mismos. Estos días me he dado cuenta de que desconozco mucho más de lo que conozco de mi región. Cuando visitamos una zona y estamos en un sitio concreto, nos contentamos pensando que ya hemos estado en ese lugar, extrapolandolo a todo el conjunto, olvidándonos del resto. Muchas veces recalamos en el lugar más conocido, puede que el más pintoresco, obviando que cada rincón, cada valle, cada ladera, cada río o regato, cada bosque o árbol, cada bloque o pared, y cada pueblo, aldea o casa, nos ofrecerán un mundo por descubrir, si deseamos hacerlo. No tenemos más que saber enfocar nuestra mirada y despreciar el tiempo, con sus malditas prisas. No hay más que desear conocer para descubrir aquello que tenemos delante y que, muchas veces, no vemos, porque estamos cegados por las modas, lo "normal" y la rutina. No hace falta irse muy lejos de donde uno vive para encontrar algo que nos sorprenda, pero lo que si tenemos que hacer es tener la voluntad de querer descubrirlo y saber enfocar esa mirada, para ver más allá de lo que nosotros mismos no hemos permitido, simplemente por el hecho de ahorrarnos complicaciones. Cuando disfrutes de la sola visión de una piedra húmeda en el camino o de las hojas caídas del árbol que tapan esa misma piedra o del humo de una chimenea sobre los tejados rojizos de un pueblo, sabrás de lo que te hablo.

martes, 25 de noviembre de 2008

Perezosos en Gadea


Debe ser el frío que acompaña a este mal tiempo que tenemos últimamente el que me hace ser perezoso y no actualizar cuando es debido -para cuatro fotos que tengo de la última vez que salí de casa para trepar algo...-. Pero que le voy a hacer... es lo que hay.

Eso que dicen de "a mal tiempo buena cara" parece que nos lo vamos a acabar tatuando en un brazo. Este pasado fin de semana ni siquiera intenté salir del hogar. Alguna conversación con Pablo y Rafa de "igual el domingo parece que dan mejor,blabla...", pero al final no lo vi claro, así que en casita me quedé. Pero el finde anterior, aunque la cosa tampoco andaba clara del todo, Jaime y yo nos acercamos al señorío de Don Rafael, previa parada en Horzales para comprar una torta de las ricas ricas. El suelo estaba mojado de la niebla baja que había por la mañana, por lo que al final comimos en casa una tortilla que hizo Oli y demás vituallas con las que nos agasajaron nuestros anfitriones. Ya por la tarde fuimos a los bloques a matar el gusanillo, y también porque Rafa había quedado con la expedición madrileña.

No hubo mucho tiempo ni condiciones para hacer algo interesante, pero Jaime se estuvo pegando como un titán con dos bloques de romos, a los cuales todavía no les ve la gracia, creo yo. Yo, por mi parte, estuve dando un rato al Ánel 6c+, a pesar de que Rafa lo desaonsejase por lo guarro que andaba ese día, y caí dos veces arriba del todo. La segunda caida, algo más descontrolada, me convenció para desistir. Otro día lo volveré a encadenar, ¡digo yo! Después de zascandilear en Mordor nos movimos hacia la Zona cero al frente del Lancelot. Allí mis dedos sufrieron con las regletas de Sir Calahad 6c+ y otro (que será más fácil) que está a su izquierda, pero ambos aguantaron los envites de este caballero trepador y bastante escaso de recursos. También me animé a dar a un 6c o 6c+ de desplome aprovechando el asedio del resto de la tropa, pero no estaba el día de encadenar y fracasé en todos mis intentos -como jode caerse de los bloques que uno hizo hace ya una pila de años: eramos más jóvenes, más brutos y más flaquitos...-.
Os dejo con unas foticas de la Doble Vira...





Buen ambiente en la Doble Vira 7a





Rafa en calcetines instantes antes de irse al suelo



Limpiando las presas de salida



jueves, 13 de noviembre de 2008

Abriendo bloques en Gadea e intentona a Peña Labra: 8-9 Noviembre

Después de un descanso forzado por el mal tiempo el 8 y 9 de noviembre se pudo volver a hacer cosillas. Había nevado, por lo que la idea de pisar algo de nieve llevaba en mi cabeza durante toda la semana. El mapa de Cantabria que hay colgado en una de las paredes del curro recibía furtivas miradas cada vez que pasaba cerca. ¡Peña Labra, decía! El restante de los días sería para coger el cepillo en Santa Gadea, pues la idea era bastante clara. Sólo me faltaba dar un orden a cada cosa, y como Lara se iba a quedar en casa el domingo para descansar y darle caña a los test de la autoescuela... ¡sabado blocar, domingo patear!


Sádabo 8 de noviembre


Acompañado de Jaime -que se deja liar hasta para rascarle los cojones a un oso- subí a Santa Gadea con la intención de limpiar las salidas de unos techos-desplomes que hay más allá de Mordor. Desconozco si alguien le ha puesto ya nombre a este sector, pero yo lo he bautizado como "Minas Morgul", para uso personal. Se trata de unos bloques de lo más sugerentes, que ya han sido escalados anteriormente, pero algunos de ellos todavía no tienen limpia la salida, por lo que sólo pueden hacerse hasta ese punto, ya que salir es inviable. Al final quedó pendiente su limpieza, porque nos liamos a limpiar otros bloques. De entre los que limpiamos, el de mayor dificultad -tanto de grado, como de limpieza- fue un 6c (se esperan repeticiones y confirmación de grado) que bauticé como "El Señor de los Cepillos". Consiste en una entrada desplomada que tiene un moviento largo, pero las presas son buenas, y arriba salida de romos. No sale por arriba del todo, pues a pesar de limpiar algunas presas para ello, la altura del bloque entero y la dificultad de limpiarlo hicieron que de momento se tenga que bajar algo más a la derecha destrepando algo y saltando.




"El Señor de los Cepillos" 6c


En unas placas a la derecha Jaime limpió y se llevó la primera ascensión de "Gargameleitor", bloque que también bautizó y cuyo grado queda sin determinar -Jaime`s Problem-. Se limpiaron otros tres bloques nuevos: "El retortijón" IV/+, "Pitufo Escalador" VI/+, y "El Gato Moribundo" 6a o 6a+, haciendo sus primeras y únicas ascensiones, ya que los otros escaladores que andaban por allí al final no se animaron a probarlos. También encadené un 6b/+ a la izda. de estos que ya estaba limpio.


Croquis de los bloques limpiados (Jaime arriba a la dcha.)



Con estos bloque estrené mi "báculo" de limpiar nuevo, cuyas correrías espero poder seguir contando, pero todo aquel que esté interesado y sabe, a cepillar piedras, que están muy sucias...

Anochece en los techos de "Minas Morgul"


Domingo 9 de noviembre


Nuestro objetivo del domingo era Peña Labra, montaña en la que ni Juanjo, ni Jaime, ni yo habíamos estado. Con el aliciente adicional de pisar nieve por primera vez en la temporada partimos hacia el puerto de Piedras Luengas (1346 metros) vía Polaciones, para evitar el concurrido Valle de Liébana y la fiesta del orujo de Potes. Llegamos tarde, pues fuimos perezosos, con lo que al final no pudimos hacer cumbre por la hora que era, y por qué no decirlo, mi rodilla no estaba para muchos trotes. Llegamos hasta cerca del corredor que hay cerca de la cumbre y que permite evitar un largo rodeo hacia el este, para salvar el farallón rocoso. Pero nos aireamos en la montaña, que era de lo que se trataba. La bajada fue más o menos rápida, gracias en parte a la nieve blanda que permitía deslizar con los pies casi a cada pisada -perdí la cuenta de las veces que me fuí al suelo utilizando esta técnica de descenso-. Habrá que volver otro día, cuando la rodilla maldita no se queje tanto, pues a día de hoy todavía me dice que la castigué un poco.




viernes, 7 de noviembre de 2008

24-25 de Octubre: Gadea-Cotero L'abrena

He estado algo vago últimamente. Será por los días pasados por agua que hemos tenido. Que no tenía ganas de escribir y poner fotos, vamos, pero otra vez volvemos a la carga...

Sábado 24 de octubre: Santa Gadea y mil personas.

Llegué al parking y ya había caravanas del día anterior y alguna furgo. Ibai y demás gente estiraban algo antes de bajar. Hablamos un poco -ellos van a la Zona Cero- y dejo una nota a Pablo, tal como habíamos acordado, indicando el sector elegido: Mordor. Bajo tranquilamente parándome a mirar algunos bloques por el camino y las pequeñas paredes desde arriba. Nada más dejar toda la impedimenta en el suelo empieza a llegar gente. Resulta que Ibai y toda la tropa que le acompaña han cambiado de idea y se han decantado por Mordor también. Calentamos poco a poco, pero sin descanso; un bloque, otro, otro... algunos con compañía, otros solo. ¡Qué mas da! La cosa es escalar lo que se pueda. Y sigue llegando gente... y gente... y gente. Creo que vascos unos y, sin duda alguna, astures los demás. ¡Ordas de astures!: Jairo, Pablo Ochoa, Alejo... y más, de los cuales desconozco los nombres. Todos con unas ganas que parece que se van a comer las piedras, como es habitual. Lastima que se perdieran la limpieza de un bloque por parte de Happy, descolgándose con cuerda, y utilizando a Ibai y Gusa como reunión.

- Esto es lo que en los manuales de escalada de Desnivel ponen "muy peligroso, peligro de muerte"- comentó Ibai entre risas.

Yo al final no les saqué una foto, pues no tenía la cámara a mano, pero un amigo suyo si les inmortalizó entre frases divertidas de otro de ellos.
Mientras esperaba a Pablo iban cayendo bloques de mayor o menor dificultad, casi todos hechos hace ya tiempo, aunque alguno hubo que se resistió. Ya con Pablo probé hasta un 7a plaquero y morfológico (pa altos, vamos), el cual no me dejó más que hacer el primer movimiento (colocarme en el bloque) y caer un par de veces en el movimiento chungo. Pablo dijo que no había tacto para hacerlo. A mi el tacto me dio igual, pues de ahí no pasé.

Mientras Pablo y Happy probaban el regletero bloque que este último había limpiado horas antes, yo me fui en busca de cobertura... y busqué y busqué... el en el párking acabé (o casi). De vuelta, bocata en mano, aproveché parar ojear a una zona de desplomes más allá de Mordor a la que nunca me había acercado, y que tiene pasos ya abiertos y bastantes por abrir todavía. Este sector no se que nombre tiene, si es que tiene, así que yo lo llamé Minas morgul (ver "El Señor de los Anillos"). Para cuando volví, Javier Meng ya había aterrizado por los bloques de Mordor. Antes de irnos hacia la Zona Cero solo hice un bloque más, y por "obligación", ya que las ganas de seguir trepando se habían ido junto con la fuerza por el cansancio de la mañana. Así, nos movinmos de sector, no sin antes apoyar moralmente a unos cuantos asturianos que probaban "La Muerte Loca" 7a, cuyo nombre lo dice todo. Alguno había que "me hace el culo pepsicola"...

La Zona Cero sirvió para acabar de rematarme. Algunos V o V+, 6a`s, 6b`s pusieron fin a mi día de bloque y sobre las 18.30 salí escopetado hacia el coche, que se encontraba acompañado de otros 27 vehículos más en el pequeño parking de Gadea.


Pablo probando el bloque abierto por Happy
Ordas astures entre los bloques de Mordor

Domingo 25: Coteru L`Brena.


Amaneció un buen día para escalar. Como hacía tiempo que no aparecíamos por El Cotero fuimos de visita allí donde los molinos de Hiberdrola copan la crestería de la montaña pasiega. La toponimia del lugar, según Fernando Obregón en sus libros de rutas por Cantabria, es "Cantos calientes". Resulta que estos cantos son varias acumulaciones de bloques de arenisca. Incluso la misma cima de El Coteru (1500 metros aprox.) está formada por varios bloques rocosos, que albergan un vértice geodésico. Lástima que, como pasa con Resconorio, el suelo se encharca con facilidad, existiendo charcas casi permanentes que sólo se secan en verano cuando aprieta la caló y las lluvias están de vacaciones.

Lara calentando en una travesía plaquera

Juan en uno facilillo...

Lara seguía con su rodaje sobre roca, para poco a poco pillar una mejor forma, Juan progresa adecuadamente en la colocación de pies, y María, por su parte, se iniciaba en esto del bloque. Si si, yo también estaba por allí, pero casi de relax, pues el día anterior en Gadea me dejó fulminado. Tuve la intención de darle a "Vivir mata" 6c+ -bloque bueno donde los haya, abierto por Javier Meng y un servidor-, pero no pasé de la intención, contentándome con repetir bloques fáciles. Lara por su parte encadenó "Agujeros Tuerciscienses" V/+, un pequeño techo de agujeros con salida apretona. Juan también lo hacía, y María se quedaba a las puertas del encadene. Se hicieron y probaron otros bloques de la zona, e incluso el cepillo hizo acto de presencia para abrir un poco. Al final del día, y con la luz más que mermada, me vi intentando un bloque "semiabierto" por alguien, consiguiendo sacar la secuencia hasta las presas no lipiadas de la parte de arriba una vez retocadas las presas iniciales, pues todavía guardaban restos de arena. No parece salir muy difícil (6b ó b+ como mucho) una vez esté bien limpio.

La luz del sol entre los bloques. Foto: Lara Villar Pérez
Ocaso en El Cotero


viernes, 24 de octubre de 2008

En busca del bloque perdido: Valdecebollas (Palencia)


Hace ya casi una semana -pues fue el sábado 18 cuando nos acercamos Juanjo, Jaime y un servidos por aquellas tierras palentinas- coronamos la cumbre del Valdecebollas (2139m.), uno de los dosmiles más accesibles y fáciles de la Cordillera Cantábrica, accediendo desde la zona de Brañosera (refugio de El Golobar). Los tres ya habíamos estado en ella unos años atrás, pero en esa ocasión subimos por la vertiente opuesta, pasando por la Fuente del Coble -donde nace el Pisuerga, que como todos sabeis, pasa por Valladolid-, ruta más larga y de mayores desniveles. En apenas una hora y algo nos plantamos en la suave cumbre, salvando 395 metros de desnivel desde el refugio. Un recorrido sin mayores problemas, a pesar de la niebla. El objetivo: buscar bloques para hacer boulder, ya que la anterior ocasión pudimos observar numerosas rocas en el circo glaciar desprendidas de la cara norte. El problema fue que la abundante niebla hizo que meterse hacia esa zona resultase algo imprudente, ya que la visibilidad en la parte norte era muy mala. Bloques, haberlos, haylos, la cosa es enconrarlos, pero esos quedarán para la próxima vez. No obstante, el periplo hacia la cumbre nos brindó la oportunidad de bajar la mirada hacia la zona sur, donde preciosos vallecitos glaciares tienen diseminados en sus laderas bloques de conglomerado ( y algunos, los menos, de arenisca), así como paredes del mismo material. Nos acercamos a algunos de ellos -los más próximos- a la vuelta, no resultando demasiado interesantes, pero habrá que bajar a los demás, ya que no tienen mala pinta. Pasada la cumbre hacia la derecha en direccion al Cueto Herreruela (2086m.), hay unos frentes de conglomerado con bloques desprendidos. Parte del frente es demasiado alto para boulder, pero en las zonas más bajas salen unos cuantos pasos (otro tema será el grado que pueda salir cuando se hagan). El frente baja y acaba perdiendo altura, pero hay otro segundo frente en la parte norte del Cueto Herreruela de similares características al que no accedimos. Desde la cumbre de esta cima más baja hacia el oeste se pueden observar más bloques de conglomerado en la falda de la ladera, aunque su acceso es más largo.



También vimos -que no visitamos- otras dos aglomeraciones de bloques fuera de lo que son estas del Valdecebollas. Una de ellas se encuentra en la vertiente de la carretera de Brañosera hacia El Golobar (orientada en cara oeste, justo debajo de la carretera), y otra justo en el límite provincial entre Palencia y Cantabria, en la carretera entre Salcedillo y Brañosera, que se compone de una franja rocosa que sube dirección noroeste hacia la cresta. Hay que decir que nosotros accedimos por carretera desde Campoo de Yuso, tomando la desviación en Espinilla (donde también está la desviación hacia Palombera), ya que para ir desde Cantabria es mucho más corto y la carretera es buena.




Eso en lo concerniente a la búsqueda de bloque, ya que también pudimos hacer de Felix Rodriguez de la Fuente observando zorros, buitres y ciervos, por toda la zona de la cumbre. La niebla se disipó bastante en la cumbre y pudimos mirar por los prismáticos las andanzas de los venados, asustados por nuestra presencia. Intentamos seguirles sigilosamente hacia el Cueto Herreruela, donde se escondieron, pero cuando estabamos a unos 300 metros salieron corriendo ladera abajo, impidiendo sacar alguna foto de cerca. Aunque el acecho resultó divertido.











Ya en la cumbre de este Cueto la intención era comer algo, pues la hora pasaba de las tres de la tarde, pero al instalarnos en un parapeto de piedras y andar un poco por los alrededores nos dimos cuenta de que estábamos en una zona con trincheras y parapetos realizados con lajas de piedra arenisca -y lo que parecía algún nido de ametralladora-. La longitud de los surcos, a uno y otro lado de la cumbre y los numerosos parapetos, aprovechando, también, algunos bloques naturales nos hizo entretenernos un buen rato recorriendo el lugar. Creo que, sin pecar de imprudente, lo que allí encontramos debió ser una posición defensiva elevada de la Guerra Civil, y observando que desde allí se domina toda la meseta hacia el sur, y los accesos por los valles que dan a la montaña, nuestra suposión está en lo cierto.


Después, empezó a hacer más viento mientras comíamos y a meterse más la niebla, por lo que decidimos volver al coche, unos más rápido que otros, ya que yo, con mi rodilla tullida, no podía seguir a mis compadres en la ultima parte de la bajada, por la mayor pendiente de la ladera. Pero pasito a pasito conseguí bajar antes de que se desesperasen tanto como para dejarme a mi suerte en aquel paraje, y con parada incluida para reforestar la zona (:D ya me entendeis).












Así transcurrió la expedición "Valdecebollas Octubre 2008. En busca del bloque perdido", cuyos hayazgos quedarán para el año que viene, cuando desaparezcan las nieves que está al caer ( o que ya han caido).


martes, 21 de octubre de 2008

Domingo: Bulder en Resconorio

El domingo amaneció un día como nunca, soleado, con algunas nubes de poca importancia, lo que nos animó a seguir con los planes de subir a Resconorio (Escudo Viejo) a blocar todo el día, siguiendo el ejemplo de las hordas madrileñas y astures que, recientemente, han visitado esta escuela de bloque, la primera abierta en Cantabria, hace ya unos ocho años. Roca excelente tipo Peak Distrit, vistas preciosas con el día despejado hacia Castro Valnera (1718 m.) al este -la montaña más alta hasta llegar a Pirineos-, y también hacia la costa, aunque había algo de calima y no se distinguia bien del todo.
Hacía mucho tiempo que no pisaba yo esta zona, a pesar de su cercanía y calidad, y gracias a que Lara no quería ir a Santa Gadea o las Tuerces, sino a algún sitio nuevo aterrizamos allí. Por si la pista no presentaba buenas condiciones y no llevando yo el coche decidimos dejarlo en la entrada y darnos el paseo (maldita la gracia al volver pensaba yo, con mi cansancio a cuestas, además de mochila y colchón). Para la próxima, aunque el coche sea de Jaime: hasta la cocina, como los escaladores vascos que nos encontramos allí.
Tanto a Lara -que llevaba mucho sin hacer roca-, como a Jaime les encantó el lugar, las vistas, los bloques... No paramos de trepar e hicimos muchos bloques fáciles que no pasaban de 6b, lagunos incluso sin limpiar (maldito cepillo, ¿por qué lo dejaría en casa?). Jaime, poco a poco, ya va aprendiendo a poner eso que se llaman pies y a tener menos miedo a la altura, y Lara... sigue con las mismas ganas de siempre, y no parece que no haya escalado ultimamente. Yo por mi parte hice algunos bloques que nunca había hecho (creo que uno de ellos era "Hasta el rabo todo es toro" 6b, pero no estoy muy seguro), y probé "Estírate si puedes" 6b, que bien podría denominarse: "estirate si tienes HUEVOS" y cotarse de 6c, pero eso son otros temas.
Al final, un día redondo de buen tiempo y buena escalada. A ver si para este finde me junto con Rafa, Pablo y Javi... Y cuando tenga un momento pongo el sábado en el Valdecebollas buscando bloque...
Castro Valnera (dch) y los Picones de Sopeña


Cabaña y Castro Valnera



Lara antes de empezar un bloque para calentar
Se nos hizo de noche escalando...