Aprovechando que el sábado por la mañana los del tiempo no daban lluvia agarré la bici para darme una vuelta por la pista de Monte Aá (Ruente), que sube atravesando un bonito bosque mixto de robles y hayas, y en el que podemos encontrar ejemplares centenarios de ambas especies, llegando a tener algunos la catalogación de "árbol singular". Esta vez no me adentré en el bosque para verlos, pero si os dais una vuelta por allí merece la pena visitar el cajigu del Cubilón, el Mellizo y el Belén. Aunque el primero de ellos ya no permanezca en pie, al haber sido quemado por accidente por un pastor inexperto que pretendía limpiar la base de rastrojos a principios del siglo XX. Este ejemplar pudo ser el roble que más fruto diera de toda Cantabria. Medía 14 metros de cuerda en su base y podía albergar a dos parejas de tudancas en su interior. Hay una anecdota que cuenta que Napoleón llevaba una bellota de este árbol milenario en un engarce de oro (1).
Servidor con el bosque de monte Aá al fondo
En lo deportivo mi objetivo era conseguir subir del tirón, sin tener que bajarme de la bici, como hace unos años cuando fui con Jaime. Y lo conseguí. Sufriendo un poco, eso si, pero tampoco estoy muy entrenaddo en esto de la bici. Tardé unos 47 minutos, y aunque la pendiente no se puede considerar dura , para mi ya era un reto. Además, tengo especial cariño a esta zona por haber hecho el proyecto de fin de carrera de cuando estudiaba geografía sobre este bosque, y hubo un tiempo en el que lo pateé de arriba a abajo bastantes veces.
Vista hacia Rionansa y Lamasón
Al estar el día tristón, las vistas no eran una maravilla. Los nubarrones estaban anclados a Peña Sagra y ocultaban los Picos, pero hacia Lamasón se veía ya nieve en las laderas.
(1) "Árboles singulares de Cantabria", Enrique Loriente Escallada.
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