lunes, 25 de octubre de 2010

Pirineo aragonés I: Benasque

Hace ya 15 días que Lara y yo nos fuimos a pasar parte de las vacaciones a Pirineos. La parte deportiva del viaje la dividimos entre la zona de Benasque y la de Ordesa. Teníamos intención de subir agún tresmil facilillo si se terciaba, pero la meteo no quiso. ¡Otra vez será!
En la oficina de turismo de Benasque nos dicen que además, durante en puente del Pilar han puesto el bus a funcionar, por lo que no se puede subir a la Besurta con coche propio hasta el día 13, lo cual nos moló la leche, porque tuvimos que subir en autobús el lunes 11 y el miércoles 13 bajar ese tramo andando hasta el parking de abajo. Con la hura muy justita, como iba a ser la tónica general de todo el viaje, llegamos de noche al refugio de la Renclusa (muy bien reformado), aunque sin tener que sacar la frontal. No hay mucha gente por el mal tiempo, así que sólo tenemos dos compañeros de habitación, que al día siguiente ya no estaban (no echaré de menos esos ronquidos).

A pesar del cansancio del viaje en coche, de subir con la mochila grande rápido para llegar con luz al refugio y de haber cenado bien, no consigo pegar apenas ojo en toda la noche, por lo que al día siguiente estoy cansado desde los primeros pasos. Además, la supuesta mejoría que habían anunciado para el martes no es tal, la niebla está ahí anclada a las laderas. Así que, nuestro objetivo, la Tuca de Mulleres (3006 mts), se plantea ya como un sueño que se pierde en la niebla casi desde el principio, pero hay que intentarlo.
Ya desde el principio, me despisto con el camino y a los cinco minutos tenemos que rectificar. Nos encontramos un poco cansados y nos cuesta encontrar el ritmo, lo que se une al desánimo del tiempo. En el P´lan d´Aiguallut por eso de no conocer el terreno, vamos de derecha a izquierda y vuelta otra vez por la imposibilidad de cruzar los cursos de agua que lo surcan, que parecen más llenos por las lluvias. La niebla juguetea, y por un pequeño instante hace ademán de abrirse, lo que nos da una esperanza, pero poco después se cierra otra vez. Entramos en el Valle de L´Escaleta rearmando los hitos que encontramos para no tener problemas a la vuelta. Así perdemos más tiempo, por lo que acumulamos bastante retraso respecto al horario que deberíamos llevar, lo cual me impacienta un poco. En una de las paradas aparecen un par de marmotas, lo que nos da un motivo para sonreir.

Un poco más adelante tengo dudas sobre el camino correcto, mapa por aquí, hasta la brújula, y nos aclaramos por fin. Continuamos. Llegando a un ibón seguimos el trazado de unos hitos que nos lleva al Coth des Aranesi (2449 mts)... nos hemos confundido otra vez... Tengo una cabreo monumental con la niebla, conmigo, con ella, con el mundo, y hasta con las marmotas. Se acabó, de este punto no subimos más, no hay tiempo, la niebla está bajando, y nos queda el tramo más complicado. Bajamos al ibón de L´Escaleta y comemos, aunque yo no mucho.


La vuelta se convierte en una pequeña tortura china. He llegado al agotamiento mental y el físico no se hace esperar. A la vuelta soy como un fantasma que arrastra una pesada cadena. Cuando tocar bajada camino lento, pero camino. Cuando toca subir no doy cuatro pasos seguidos y me apoyo en las piedras grandes para descansar. Posiblemente al no haber dormido bien y no haber comido mucho, se le unió que me quedase frío en el ibón. ¡¡Vamos, que tenía una pájaras de tres pares!!



En el refugio cenamos bien y pasamos buena noche. El miércoles amanece lloviendo, pero en la espera para pagar al guarda acaba parando.
p.d.: salvo la primera foto que corresponde al martes, las otras son de la bajada. (nuestro coche es el naranja). Ya pondré el resto.




1 comentario:

Rubén Berrueco Sáiz dijo...

Debe ser precioso a juzgar por las fotazas....